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¿Cómo pintar una casa? Pasos a seguir y colores en tendencia

Pintar una casa es una de las tareas más pesadas que puedes hacer en tu hogar, sin embargo, si decides prescindir de la ayuda de un profesional, el presupuesto no será tan elevado. Ahorrarás aproximadamente un 80% de gasto.

Aunque sea una labor un poco tediosa, si te planificas de forma correcta y adquieres los materiales correctos, conseguirás muy buenos resultados.

Antes de empezar a pintar una casa, ¿qué materiales necesitas?

Los materiales que vas a necesitar para pintar una casa van a variar dependiendo de la superficie en la que vayas a trabajar y de las características de la estancia. A pesar de ello, los imprescindibles son los siguientes:

Pintura: hay que elegirla en función de las características y usos que tenga la estancia. Por ejemplo, no debes utilizar la misma pintura para baños y cocinas, ya que son zonas en las que abunda el vapor y la grasa, que la que utilizarías en tu dormitorio. Tampoco usar la misma pintura para el interior que para el exterior. La pintura plástica es muy recomendable para interiores, en cambio, si los colores son muy fuertes mejor elegir una pintura monocapa. También está la opción de elegir entre una pintura mate o satinada. Si quieres que la pintura de tu pared dure más tiempo también es aconsejable adquirir una base imprimadora.
Rodillo: comprar según el tipo de pared que vayamos a pintar y la pintura que vayamos a utilizar. Si vamos a pintar una casa con las paredes lisas tenemos que utilizar un rodillo de pelo corto, no obstante, si las paredes son rugosas o de gotelé escoger uno de lana larga. Para las pinturas acrílicas o plásticas al agua usar un rodillo de lana natural o sintética.
Mangos: si la zona que vas a pintar se encuentra muy inaccesible o es muy alta la opción perfecta es un mango para rodillo extensible.
Cinta de carrocero o pintor para proteger las zonas que no queremos pintar o que se manchen. Para los muebles podemos utilizar sábanas viejas y para el suelo cartones o periódicos.
Disolvente o agua fuerte para eliminar los restos de pintura en lugares no deseados o para diluir algún producto.

Todos los pasos para pintar una casa

Planifica el proceso

Antes de ponerte manos a la obra mira la previsión meteorológica y comienza a pintar cuándo el tiempo sea bueno, por ello, lo ideal es hacerlo durante los meses de primavera y verano. El sol y el calor favorecen que la pintura se seque antes, además, vas a tener que dejar las ventanas abiertas para que se ventile la estancia.

Otra cosa que vas a tener que planificar es el orden que vas a seguir al pintar tu hogar. Si habitas en la casa que vas a pintar seguro que no quieres estar viviendo entre cubos, gotas de pintura, muebles desordenados, etc. Por este motivo, ve pintando habitación por habitación, es decir, cuándo termines de pintar una estancia empieza por la otra.

Una vez que hayas establecido las fechas y el orden para pintar toca elegir la pintura.

Elige la pintura perfecta para el espacio que vayas a pintar

Para elegir la pintura se debe tener en cuenta los factores ambientales de cada estancia. No es lo mismo que pintar una fachada que se encuentra en el exterior que una habitación que está en el interior. Tampoco es lo mismo un baño que tiene más humedad que el salón.

La pintura plástica al agua es una de las más utilizadas, son lavables y secan muy rápido, además, no tienen un olor muy fuerte. Tiene una amplia gama de colores, sin embargo, si el color con el que vamos a pintar es muy fuerte se recomienda la pintura monocapa.

También está la opción de la pintura ecológica, es un poco más cara pero no tiene un olor tan fuerte y es respetuosa con el medio ambiente. Para las habitaciones con humedad se suelen utilizar las antifungicidas.

Respecto al acabado, podemos elegir entre el mate o el satinado. El acabado mate aguanta peor el paso del tiempo, pero cubre mejor las irregularidades de la pared y necesita menos capas. El satinado queda más fino, además, se ensucia y estropea mucho menos.

Otro aspecto para tener en cuenta antes de comprar la pintura definitiva es probarla en un trozo de pared, el tono dependiendo de la luz y de dónde se vaya a poner puede cambiar.

Tras elegir el color y el tipo de pintura, toca pensar en la cantidad que vamos a comprar. En todos los botes de pintura aparece la capacidad de cubrición por metro cuadrado, así puedes valorar la cantidad que vas a comprar. Normalmente, es aconsejable comprar de más por si surge algún imprevisto o hay tapar algún desperfecto.

Tapa las zonas que no deseas que se manchen

Protege los zócalos, plintos, enchufes e interruptores con cinta de carrocero. Para estas zonas no utilizar plástico, al igual que para el suelo, ya que si les cae pintura no lo va a absorber y puede manchar otras zonas. Los muebles se pueden cubrir con sábanas o mantas viejas.

La cinta de pintor hay que quitarla cuándo todavía esté la pintura húmeda, sino después cuesta mucho trabajo y pueden quedar trozos de cinta adheridos a la superficie.

Arregla los desperfectos de la pared: grietas, irregularidades...

Para que la pared quede perfecta es aconsejable limpiar la zona de los residuos que pueda tener. También hay que tener en cuenta si tiene imperfecciones como grietas o desconchones. Para arreglarlo podemos alisar la pared con una lija o masilla para rellenar esos huecos. Los colores claros disimulan mejor los desperfectos que han sido cubiertos con masilla, en el caso de que apliques un color oscuro tendrás que darle más capas.

Comienza a pintar

Después de seguir los pasos anteriores, tu lienzo estará preparado para comenzar a pintar una casa.

Si quieres que tu pintura quede perfecta y bien fijada tienes que aplicar antes una base imprimadora. Hay dos tipos de imprimaciones: al agua o al disolvente. La fijadora al agua consigue que la pintura vieja se fije y la nueva quede adherida, en cambio, la segunda es más potente. Es capaz de eliminar las manchas de humedad.

Una buena técnica al pintar asegura un resultado óptimo. Los profesionales recomiendan empezar por el techo y después por el zócalo. En el caso de que los quieras pintar. Una vez que termines esta parte hay que esperar 24 horas para que se seque.

Llegó la hora de pintar las paredes. Siempre hay que pintar de arriba abajo, en el caso contrario, corres el riesgo de que la pintura gotee. Te recomendamos pintar las paredes por partes de 60 cm y hacerlo con el rodillo poco cargado.

Una vez que termines la primera capa, hay que esperar unas 8 horas para dar la segunda. Es fundamental que la habitación tenga una buena ventilación para que seque correctamente y además no se acumule un olor exagerado a pintura.

Como hemos comentado en el apartado anterior, la pintura clara necesita menos manos que la oscura. No obstante, hay que tener en cuenta otros factores:

Si la pared es de gotelé siempre va a absorber más pintura que una lisa.
Lee la etiqueta del bote de pintura. En ella siempre indican: la capacidad de cubrición, la resistencia a los lavados, el tiempo de secado y lo que es capaz de cubrir por metro cuadrado.

¿Qué es recomendable que haga un pintor o profesional?

Tenemos que reconocer que no podemos hacer todo a la hora de pintar una casa. Si queremos hacer algo fuera de lo normal que implique material o técnicas fuera de nuestro alcance es mejor demandar la ayuda de un profesional.

Te recomendamos solicitar la ayuda de un profesional si quieres eliminar el gotelé, hacer dibujos/efectos con pintura, las paredes son muy altas o pintar las paredes con humedad. En el caso de querer lacar las puertas y ventanas puedes hacerlo tu mismo. Te dejamos el enlace con todo lo que tienes que saber si quieres lacar puertas de madera. No obstante, si quieres ahorrarte trabajo puedes solicitar los servicios de un profesional.

Todo lo que necesitas saber sobre colores para pintar una casa: tendencias, tonalidades, combinaciones...

Elegir el color para pintar una casa o habitación es una de las decisiones más importantes en este proceso. El tono que tengan las paredes influye en el resultado final, en la decoración e incluso en tu estado anímico. Por ello, debes tener en cuenta estas características y factores del espacio que vas a pintar:

Orientación de la habitación: la orientación que tenga tu habitación va a determinar cuántas horas de luz recibe el espacio. Si tiene pocas horas de sol es mejor escoger un tono más claro pero cálido. Los tonos blancos o grises darán una sensación de frío si hay poca luz solar.

Combinación con la decoración: Piensa antes de elegir la pintura en el conjunto decorativo de la habitación. No te aconsejamos que escojas un color porque simplemente te gusta o está en tendencia; observa los muebles, los textiles, el resto de los complementos y el estilo decorativo que predomine en tu casa: nórdico, bohemio, clásico, industrial, entre otros.
Tamaño y luz de la estancia: si la habitación que vas a pintar es grande y además tiene mucha luz natural puedes permitirte pintar alguna pared de un color más intenso o fuerte. En el caso contrario no te aconsejamos elegir un tono muy potente ya que tu espacio se vería opaco y agobiante.

A parte de las características del espacio, puedes adaptarlo a las tendencias que más te gusten. En la actualidad, pintar la mitad inferior de la pared de un tono oscuro y la mitad superior de un color claro esta de última. Esta técnica es conocida como Half Painted.

También puedes optar por instalar puertas y ventanas del mismo tono que la pared, así conseguirás continuidad y armonía en tu hogar. Las formas geométricas, el papel pintado, las ilustraciones, pintar el techo igual que la pared y crear molduras con la pintura son tendencias de última.